Tania niega incompatibilidad en su cargo
CUANDO INCOMODÁS AL PODER, EMPIEZAN A PERSEGUIRTE.
Hoy, mientras me encontraba ausente por motivos de salud —algo que cualquiera puede atravesar—, desde el oficialismo aprovecharon para presentar una nota sin ningún sustento legal en la que pretenden expulsarme del Concejo Deliberante. Lo hacen porque molesto. Porque cumplo mi función: controlar al poder.
Les quiero recordar algo: no soy empleada municipal.
Soy concejal electa por la voluntad popular y ejerzo mi función sin percibir un solo peso. No estoy en la planta salarial del municipio. No figuro en ningún recibo. Mi tarea es ad honorem. Trabajo con la convicción de quien ama su ciudad, no con la comodidad del que cobra doble.
Sí, soy empleada de la Provincia de Córdoba, y allí están mis aportes y mi salario. Eso no constituye ninguna incompatibilidad legal. La función de concejal no es exclusiva, y por eso puedo, como muchos otros, cumplir ambas tareas.
A quien sí le vendría bien repasar un poco la normativa vigente es a la Secretaria de Gobierno. Porque es usted quien sí cobra dos sueldos del Estado, uno como funcionaria política del municipio y otro como docente con carga completa. Y lo hace desde un cargo que sí es de dedicación exclusiva. Le pregunto: ¿eso no es incompatible? ¿Eso no es inmoral?
Yo no uso la política para beneficio personal.
Ejerzo la política como una herramienta para transformar realidades.
Trabajo con convicción, no con conveniencia.
Con compromiso, no con cálculo.
Es diferente de usted. Yo elegí servir, no servirme.
Sigo firme. Aunque les incomode. Aunque quieran sacarme del medio.
Porque cuando el poder se incomoda, es porque estamos haciendo bien las cosas.