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Salvo que los intendentes radicales logren convencer a sus legisladores de suspender la ley electoral, la posibilidad de habilitar una última re-reelección está caída. El schiarettismo duro dio claras señales en ese sentido. La más importante: Alejandra Vigo llamó a las mujeres a disputar espacios en las listas de legisladores departamentales y pidió a los concejales de la nueva generación encolumnarse detrás de la candidatura a gobernador de Martín Llaryora.

«Schiaretti llegó al poder cuestionada su legitimidad por Luis Juez, y se retirará 16 años después con altísima imagen y legitimado fuertemente por su gestión. No hará nada para ser nada que dañe su historia ni nada que lo emparente con el kirchnerismo», confió un schiarettista, dejando en claro que la decisión de no habilitar la re-re es «por el bronce».

En lo político también hay indicios: «No se puede seguir demorando la renovación. Tenemos dirigentes que hacen 12 años a la sombra de un intendente, es una olla de presión. El peronismo tiene asegurado el relevo, así que no es un problema electoral, ya que hay motivación para trabajar por la candidatura de Martín Llaryora», confió a LPO un funcionario provincial que traslada el estrés a los intendentes radicales.

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«La re-re no es un problema para el peronismo, todo el partido está contenido, salvo que haya algún caprichoso. Si el radicalismo consigue los votos, se podría habilitar. Pero tiene que ser una iniciativa de Juntos por el Cambio: son ellos los que tienen que pedir que se cambien las reglas electorales», refuerzan en El Panal.

Con este escenario, los estresados son 72 intendentes radicales que ruegan a la bancada legislativa que dé el apoyo y pida suspender por única vez la prohibición para ir por una última re-reelección. Hasta ahora, chocaron con una pared: los legisladores mantienen la negativa de suspender la cláusula transitoria que fijó el período 2015-2019 como el primero para el cómputo de re-reelecciones.

El argumento jurídico de los intendentes es débil por donde se lo mire: piden que la ley no se aplique retroactivamente y que se considere que debieron gobernar durante la pandemia. El segundo punto no tiene ningún asidero. Respecto del primero (la retroactividad de la ley electoral), el Tribunal Superior de Justicia analizó un caso idéntico y avaló la retroactividad de leyes electorales por vía de las cláusulas transitorias para establecer períodos y garantizar así la alternancia.

Rodrigo de Loredo.

«La de la Justicia es una puerta cerrada para los intendentes; sólo les queda que la política para salir de laberinto», remarca el funcionario schiarettista consultado.

Pero la política por ahora también le dice que no: los intendentes albirrojos fueron a la Casa Radical a pedir que se conforme una comisión de trabajo para analizar el tema, pero los legisladores Marcelo Cossar y Juan Jure rechazaron el planteo. También se expresaron en contra de tocar la ley Mario Negri, Ramón Mestre y Rodrigo de Loredo.

Daniel Salibi, longevo intendente radical que es uno de los voceros del grupo que pide suspender el código electoral, envió un mensaje venenoso a los líderes partidarios: «Son los principales responsables de haber perdido las últimas seis elecciones a gobernador y son los que definen las listas, mientras que los intendentes somos los soldados que trabajamos para que ustedes ocupen esos cargos sin haber ganado un elección». Y en una advertencia nada sutil, agregó: «Nos preocupa el 2023 porque para ganar una elección hay que sumar, no restar».

Sin mencionarlo, la advertencia es para Luis Juez, férreo defensor de la no re-reelección: «¿Este muchacho cree que vamos a ir a buscar votos para él?», dice un intendente radical que camina por las paredes ante la jubilación que asoma en su horizonte.

Fuente: La Política Online

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